Hay muchos mitos sobre si es bueno o no el juego en los perros, si es bueno que el perro se “obsesione” con las pelotas o los mordedores….
Está claro que si no entiendes cómo funciona la cabeza de un perro, si no te metes en su piel puedes interpretar ciertas conductas como agresividades, obsesiones, desequilibrios… Para poder juzgar si se trata de una conducta anómala o natural; hay que contar con cierta información que todas las personas (tengan perro o no) deberían de saber para poder evitar accidentes producidos
por la desinformación.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que un perro es un depredador y como tal, tiene ciertos instintos predatorios arraigados en su “perronalidad”; unos individuos más que otros.
¿POR QUÉ?
Como todo el mundo sabe, el perro tiene su origen en el lobo (canis lupus). Pero ¿cuál es la razón por la que aparecieron los perros?
A lo largo de la historia han sido seleccionados por el ser humano para desarrollar ciertas funciones enfocadas a ayudarnos en nuestras labores del día a día; ya sean tareas relacionadas con el pastoreo, la caza, o la protección/guarda/defensa. Más tarde se crearon las razas de compañía, que su función principal era simplemente acompañar a los humanos.
Si analizamos la información anterior, es lógico pensar que nuestros perros tengan conductas relacionadas con la secuencia predatoria de un lobo.
Una parte de esta secuencia es:
-La búsqueda: Los lobos para poder comer, primero tienen que buscar su presa y para ello utilizan su olfato.
Todos los perros son unos expertos con su trufa (la nariz); pero sin duda los perros de caza son los que más destacan.
*Si tu perro no utiliza el olfato para relacionarse con otros perros, personas, etc. Puede tener dificultades para ello y no gestionar bien ciertas situaciones. El juego es un excelente aliado para fomentar dicha habilidad y que luego le sea más fácil utilizarlo en su día a día.
Un ejemplo de las muchas prácticas que ayudan podría ser:
Si tu perro esta “obsesionado” con la pelota y se la lanzas a la hierba alta, la va a buscar utilizando el olfato.
-El agarre: Cuando un lobo por fin consigue atrapar a la presa, tiene que “agarrarla” para poder llevar a término su trabajo.
Extrapolado a los perros, la presa puede ser un, un mordedor, una pelota de tela francesa…
*Si tu perro muestra mucho interés en morder y no lo canalizas hacia algo que a ti te interese, él buscará en que invertir esa gran cualidad y seguramente se te escape de las manos.
La clave es disfrutar de un juego bien estructurado y con un Guía que sepa lo que está haciendo. Un ejemplo es utilizar el mordedor como premio por realizar un ejercicio en concreto.
Tienes que ser consciente de que esta parte de la secuencia predatoria es muy común en razas como el Pastor belga malinois, American Staffordshire, Rottweiler,
etc.
Pero en realidad, cualquier perro que tenga lo que en el mundo del adiestramiento se conoce como “caza-presa”; puede mostrar conductas relacionadas y NO se trata de agresividad, reactividad o desequilibrio.